Luneburgo, 15 jul (dpa) - Varios criminales nazis fueron llevados en los últimos años ante los tribunales o consiguieron evitar un juicio debido a su avanzada edad.

JOHN DEMJANJUK: El ucraniano murió a los 91 años en una residencia en Múnich, diez meses después de haber sido condenado a cinco años por complicidad en el asesinato de 28 mil judíos en el campo de Sobibor. Fue eximido de la cárcel debido a su edad.

HANS LIPSCHIS: Un tribunal de la localidad de Ellwagen, en el suroeste de Alemania, estimó en 2014 que el presunto ex guardia de seguridad de Auschwitz no podía ser juzgado por su estado de salud a sus 94 años. La fiscalía acusaba al lituano de haber sido cómplice en el asesinato de más de 10 mil 500 personas entre 1941 y 1943.

SIERT BRUINS: El holandés fue condenado a muerte en ausencia en su país en 1949 por haber matado a tiros a un preso como miembro de la policía alemana de seguridad en la Holanda ocupada. En Alemania, donde vive Bruins, el hecho fue catalogado de homicidio y considerado prescrito. Posteriormente, la fiscalía lo catalogó de asesinato. Bruins fue llevado a los tribunales en 2013, a los 92 años. El caso fue archivado por falta de pruebas.

LASZLO CSATARY: El ex comandante del campo de concentración de Kosice, en la actual Eslovaquia, murió a los 98 años en 2013 en Budapest. Era considerado el responsable de la deportación de más de 12 mil judíos a Auschwitz y otros campos de exterminio en 1944. Pocas semanas antes de morir fue elevada acusación en su contra en Hungría. Anteriormente, el Tribunal Supremo de Eslovaquia había conmutado una pena de muerte en su contra del año 1948 en cadena perpetua.

SAMUEL KUNZ: El presunto criminal nazi falleció a los 89 años, poco antes de la fecha prevista del comienzo de un juicio en su contra en 2010. Kunz era acusado de haber participado en el asesinato de un preso y de complicidad en los asesinatos de por lo menos 430 mil personas en el campo de exterminio de Belzec, del que fue guardia en 1942 y 1943.

HEINRICH BOERE: Un tribunal de la ciudad alemana de Aquisgrán lo sentenció en 2010, a los 88 años, a cadena perpetua por el asesinato de tres civiles holandeses en 1944 como miembro de un comando de la organización paramilitar SS. Boere murió en la cárcel en 2013. Había sido condenado en 1949 en Holanda, pero la sentencia nunca fue ejecutada.

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