El croata Ivo Rojnica,
acusado de haber sido aliado de los nazis y de perseguir
a judíos durante la Segunda Guerra Mundial, murió el
sábado en Buenos Aires, a los 92 años. La información
fue difundida ayer por el Centro Simon Wiesenthal, cuyo director,
Efraim Zuroff, lamentó que haya muerto "antes
de ser juzgado" (Ver "No llegaron...").
Rojnica era miembro del movimiento croata Ustasha, aliado
de los nazis, y fue gobernador del distrito costero de Dubrovnik
entre 1941 y 1945. "Habría sido justo que fuera
juzgado. No hay pruebas de que mató a gente con sus
manos, pero sí de que firmó órdenes
de deportación" de judíos y serbios, afirmó ayer
Sergio Widder, director para América Latina del Centro
Wiesenthal, al sitio web prensajudia.com.
Esa institución, dedicada a perseguir a a criminales
de guerra nazis, asegura que varios testigos acusaron a Rojnica
también de quedarse con las propiedades de sus prisioneros
judíos y serbios.
En 1947, Rojnica se radicó en la Argentina, y se
convirtió en un fuerte empresario textil. Desde el
26 de junio de 1991 -un día después de la independencia
de Croacia- hasta el 10 de junio de 1994, fue el representante
plenipotenciario para Latinoamérica.
La representación diplomática tenía
sede en Buenos Aires y luego se convirtió en embajada.
Rojnica estaba propuesto por su gobierno para el cargo, pero
no llegó a ocuparlo por la presión del Centro
Wiesenthal, que ya lo tenía identificado. El entonces
presidente croata Franjo Tudjman trató de minimizar
los crímenes contra judíos, serbios y gitanos.
En 1998, la historia de Rojnica y su presencia en la Argentina
fue hecha pública por el noticiero televisivo Telenoche.
Entonces, el croata estaba radicado en Vicente López
con su familia, la que siempre negó las acusaciones.
Su muerte, según el director del Centro Wiesental, "es
un fracaso del sistema judicial croata. Nunca formularon
una inculpación, ni reclamaron la extradición",
a pesar de que a las autoridades croatas se les recordó su
presencia en Argentina hace dos años.
clarin.com
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