Harry Mannil Laul
Exagente de la policía política de Estonia en 1941
Entrevistado en una finca en San Rafael, Heredia, Harry Mannil
admitió que desde su puesto en la policía política de Estonia
colaboró con la ocupación nazi. Alega que la población judía
era un “problema” de los ocupantes y que no tiene nada de qué
arrepentirse.
Edad: 87 años
Nacionalidad:
Estonio
Ocupación:
Empresario
En febrero
del 2003, el director de Migración, Marco Badilla,
le entregó una carta en la que le informaba que
a partir de esa fecha no se autorizaría su ingreso
a Costa Rica. ¿Es correcto?
Correcto.
¿Cómo ingresó
si tenía ese impedimento?
Esa fue una
decisión equivocada y luego fue cambiada, de
modo que no existe ningún problema para que yo
ingrese a Costa Rica.
¿Cuál fue
su trabajo en la Segunda Guerra Mundial?
Creo que no
vale la pena entrar en este tema. Durante la
Segunda Guerra yo trabajé cuatro meses en la
policía de seguridad del Estado de Estonia.
¿En qué consistía
su trabajo?
El trabajo
era la lucha contra el comunismo porque tras
la salida de las tropas del Ejército Rojo, quedaron
células de sabotaje y espionaje. Nuestro trabajo
era encontrar esas células y llegar a fondo,
porque ellos eran enemigos del pueblo estonio.
¿A quién le
entregaban ustedes a estas personas? ¿Existía
algún sistema jurídico?
Estonia estaba
ocupada por Alemania, la autonomía dependía de
la autoridad del ocupante, pero yo tenía 21 años.
No podría hablar sobre la autonomía que existía.
¿Su trabajo
incluía luchar contra la población judía?
Nuestro departamento
no tenía nada que ver con los judíos, ese era
un problema de los ocupantes. No puedo responder
por lo que estaban haciendo los alemanes.
Pero usted
vio lo que hacían, usted estaba ahí…
Yo no vi nada.
¿Los investigadores
del Holocausto aseguran que, en esa época, la
policía política estonia asesinó y torturó a
unas 3.000 personas por sus convicciones políticas
y por su raza?
El departamento
de investigaciones recogía información, identificaba
espías, era un trabajo de información para comprobar
quiénes habían trabajado en beneficio de la ocupación
soviética.
¿Cuál fue
el destino de esas personas que usted identificó?
Después de
65 años no estoy en condiciones de saber. Nuestro
trabajo era identificar y transmitir esa información
a niveles superiores.
¿A quién reportaba
usted?
Inicialmente,
al señor Evald Mikson, pero solo trabajé con
él dos meses.
Efraim Zuroff,
director del Centro Wiesenthal, lo señala a usted
como un criminal de guerra. ¿Cuál es su posición?
Es una total
falsedad que ha sido constatada por autoridades
de la República de Estonia. El fiscal que investigó
mi caso dijo que las acusaciones en mi contra
eran falsas.
El Centro
Wiesenthal asegura que la fiscalía estonia no
tuvo autonomía política para hacer una investigación
rigurosa.
No creo que
el Centro Wiesenthal tenga autoridad jurídica
universal, creo que es una sociedad privada que
ha hecho trabajo meritorio, pero lamentablemente
cuando acusa a inocentes, como yo, pierde mucho
de ese mérito.
Si es inocente,
¿por qué la oficina de investigaciones especiales
del Departamento de Justicia de EE. UU. lo incluyó
en una lista de observación y le negó la visa
de entrada a EE. UU.?
Como usted
sabe, el otorgamiento de visas es discrecional
y simplemente ellos no quieren darme la visa.
Yo no puedo preguntar por qué no quieren.
“Yo tengo
un documento del fiscal de Estonia diciendo que
soy inocente. Un señor en Jerusalén puede hablar
mucho, pero él no tiene jurisdicción aquí. Él
puede decir mentiras, como en mi caso, y la comprobación
es que las autoridades de Estonia cerraron la
investigación porque no había nada qué investigar”.
¿Qué pasó
con las personas que usted investigó? ¿Qué pasó
con los judíos y los comunistas? ¿Los fusilaron?
Bueno, no
soy yo quien debe contestar eso. Todo el mundo
sabe lo que ocurrió y es muy lamentable y muy
triste.
La policía
en la que usted sirvió, ¿ colaboró directamente
en eso?
No puedo contestar
eso; policía es un concepto amplio, solo puedo
decir que el departamento de investigaciones
no se ocupaba de cosas de judíos.
No se ocupaba
de los judíos, solo de los comunistas ¿A los
comunistas sí los mataron?
No le puedo
decir, yo no era un alto oficial. Durante la
guerra a los espías se los condena a muerte,
usualmente”.
¿Se consideraba
como espías a todos los comunistas? ¿Cómo era
eso?
¿Usted cree
que es fácil reconstruir algo que pasó hace 65
años? Esa es mi respuesta.
¿Se arrepiente
usted de haber ingresado a esa policía durante
la ocupación nazi?
Yo solo hice
mi trabajo como estonio.
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