En una región selvática de la provincia de Misiones los nazis habrían construido un refugio para que se ocultaran las máximas autoridades del Tercer Reich luego de su derrota quienes, sin embargo, no llegaron a vivir allí, según los hallazgos de un grupo de arqueólogos.
Se trata de unas ruinas ubicadas en el parque Teyú Cuaré, en San Ignacio, una localidad de 7.000 habitantes.
"Eso es lo que presumimos, de acuerdo a lo que hemos encontrado", dijo Daniel Schavelzon, a la cabeza del equipo que trabajó en Misiones y director del Centro de Arqueología Urbana de la Universidad de Buenos Aires. "Finalmente los líderes nazis nunca llegaron a vivir aquí, en este lugar inaccesible, porque descubrieron que podían vivir ocultos y más cómodos en las ciudades", explicó.
El director del Centro Wiesenthal de Israel, Efraim Zuroff, sostuvo que "existían planes sobre qué hacer si el Tercer Reich nazi era derrotado (...) De manera este hallazgo es posible, pero lo concreto es que la colonia secreta de nazis no llegó a concretarse. Los nazis que vinieron a la Argentina vivieron en toda clase de lugares".
"Esto parece un sueño de crear un cuarto Reich que nunca se concretó", dijo el cazador de nazis.
Schavelzon y su equipo llegaron a San Ignacio movidos por la curiosidad sobre dos construcciones en ruinas en el parque Teyú Cuaré. De acuerdo con el decir popular, podían haber sido construidas por los religiosos jesuitas que habitaron la región hace dos siglos o haber sido de hogar del jefe el nazi Martin Bormann tras el fin de la Segunda Guerra Mundial, tal como señalaba la cartelería del parque.
"No hay nada jesuítico allí. Salvo un solitario clavo de principios del siglo XX, no hay nada allí que sea anterior a los años 40", dijo Schavelzon. "En cuanto al cartel que indicaba que allí había vivido Bormann, fue puesto por un guardaparque. Es parte de un mito que hay en Misiones, parte del imaginario colectivo, que no tiene validez en términos científicos...".
Sin embargo, el arqueólogo cree que la imaginación popular creció a partir de un dato cierto: las construcciones habían sido levantadas por alemanes y en tiempos de la Segunda Guerra. Los hallazgos apuntan hacia ese lado: los arqueólogos encontraron monedas alemanas acuñadas durante los primeros años de la década de 1940 y trozos de porcelanas alemanas de la misma época. La solidez y espesor de las paredes parece reafirmar su uso como refugio, además de lo inaccesible del predio y su cercanía con la frontera con Paraguay.
"¿Por qué alguien estaría interesado en levantar ese complejo de viviendas en ese lugar tan apartado?", se preguntó el investigador. Schavelzon lamentó que el sitio haya sido visitado antes por los buscadores de tesoros. "Dejaron grandes pozos, que han dañado algunas de las paredes. Se llevaron todo un piso de mosaicos y una pared de azulejos. Quién sabe qué estarían buscando".
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