El anuncio del reconocido cazador de nazis sobre la presencia del “carnicero
de Mauthausen” en Chile o Argentina es parte de la operación
Ultima Oportunidad, que lanzó el Centro Wiesenthal para
castigar a los responsables del Holocausto.
El historiador israelí Efraim Zuroff es el último cazador de nazis. El tiempo
se le acaba. La mayoría de los responsables del Holocausto
tienen más de 90 años y, como ya sucedió, pueden morir
impunes en cualquier momento. En un intento por evitarlo,
esta semana Zuroff reveló una nueva pista: uno de los
criminales nazis más buscados del planeta podría estar
en Chile o Argentina. Se trata de Aribert Heim, un médico
millonario de las SS que se ganó el apodo de “Doctor
Muerte” y “Carnicero de Mauthausen” al asesinar cientos
de judíos en Austria mediante inyecciones tóxicas en
el corazón y cirugías letales.
“Tenemos buenas razones para creer que sigue vivo”, dijo en una entrevista telefónica
con Página/12 Zuroff, responsable del Centro Simon Wiesenthal
en Jerusalén. Tras fugarse de varios países, éstos podrían
ser los últimos días de Heim. En julio, Zuroff llegará
a Argentina, donde el año pasado lanzó la operación Ultima
Oportunidad (www.operationlas tchance.org). El plan es
conseguir informantes que ayuden a encontrar con vida
a uno de los dinosaurios de pesado prontuario que aún
siguen vivos.
–La familia de Heim dijo que
él murió en 1993 en Argentina. ¿Por qué usted cree que
está vivo?
–Porque encontramos una cuenta
suya con 1,2 millón de euros en un banco de Berlín que
sus hijos sólo podrían heredar si presentaran un certificado
de defunción y nunca lo hicieron. Si estuviera muerto
lo sabríamos. Estamos buscándolo intensamente desde hace
más de tres años.
–¿Dónde se encuentra?
–Para ser honesto no estamos
seguros, pero creemos que debe vivir en Sudamérica, probablemente
en Chile o Argentina porque su hija Waltraud Heim vive
en Puerto Montt y viajó varias veces desde allí a Bariloche.
–¿Quién es Heim?
–Es el criminal nazi más buscado.
En realidad, Alois Brunner –el principal asistente de
Adolf Eichmann, que fue secuestrado en 1960 por la Mossad
en Buenos Aires y colgado en Jerusalén– es más importante,
pero no creemos que siga vivo. Heim es acusado de asesinar
a cientos de judíos presos en el campo de concentración
de Mauthausen, en Austria, cuando sirvió en las SS. Lo
llamamos “Mini Mengele” porque sus crímenes de guerra
son similares a los de Josef Mengele, aunque mató menos
gente.
–Se cree que Heim huyó de
más de cinco países, ¿cómo lo hizo?
–Heim era rico antes del Holocausto
y su familia también porque vive de la renta de un edificio
entero que tienen en Berlín. No puedes escapar a la Justicia
por 46 años sin ser ayudado. Creemos que lo han ayudado
por ideología o a cambio de dinero.
–¿Qué consecuencias tendría
la captura de Heim?
–Permitiría realizar el juicio
más importante a un nazi en los últimos 30 años.
–Desde el 2002, el Centro
Simon Wiesenthal lanzó la operación Ultima Oportunidad
en distintos países, ¿en qué consiste?
–Es para encontrar nazis en
el mundo a partir de cualquier información que surja
antes de que se mueran por la edad avanzada que tienen.
Gracias a esta operación, logramos tres órdenes de arresto,
dos extradiciones y docenas de investigaciones de asesinatos.
–¿Cuál fue la reacción en
cada país?
–Diferente. Hay mucha gente
que se opone. En Europa del Este, muchos ciudadanos estaban
en contra porque estaban implicados en crímenes. En algunos
países, perseguir criminales nazis ha generado antisemitismo,
pero lo hacemos para llevarlos a juicio y acabar con
el antisemitismo. Es como cuando te dan una vacuna: primero
te inyectan un virus, pero con el fin de crear anticuerpos
y prevenir enfermedades.
–¿Es cierto que en Alemania
la comunidad judía no cooperó?
–Sí, porque tenían miedo de
crear antisemitismo. Fue algo muy shockeante y sorprendente.
En general, la mayoría de los informantes no son judíos.
Ellos no tienen información y no saben quiénes son los
asesinos por el simple hecho de que los nazis no se relacionan
con judíos.
–¿Cuántos criminales nazis
quedan vivos?
–Un montón porque fueron muchos
los que participaron en crímenes y debido a la medicina
moderna. Los mas importantes están muertos.
–¿En qué países se escondió
la mayoría de los nazis?
–Los más buscados se ocultaron
en países de Sudamérica como Argentina, que fue uno de
los que más recibieron, Chile, Uruguay y Paraguay. Otros
países donde estuvieron son Estados Unidos, Canadá, Inglaterra
y Australia. También se refugiaron en Medio Oriente,
mientras que muchos se escaparon desde Europa del Este.
–¿Por qué vinieron muchos
a la Argentina?
–Porque el gobierno de Perón
los buscó para que lo ayudaran financiera o políticamente.
–¿Cuántos nazis han sido extraditados
desde Argentina?
–Cuatro: Gerhard Bohne (1964),
Josef Swammberger (1987), Erich Priebke (1994) y Dinco
Sakic (1999).
–¿Es cierto que Estados Unidos
usó criminales nazis como espías y hubo gobiernos que
los utilizaron para aprender sus brutales técnicas?
–Todo eso es verdad. Eso sucede
porque muchos gobiernos son estúpidos. En Inglaterra
tenemos un caso donde nunca pudimos juzgar a un nazi,
porque resultó ser miembro de la inteligencia británica.
–¿Por qué lo llaman a usted
el “último cazador de nazis”?
–Porque lo soy. Estoy muy
convencido de lo que hago y tengo la educación necesaria
para hacerlo.
Entrevista: Juan Manuel Barca.
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