El criminal nazi más buscado del mundo ingresó este martes
en una cárcel de Múnich en régimen de prisión preventiva.
El acusado John Demjanjuk, de 89 años, llegó a la capital
bávara a las 9:15 a bordo de un avión-ambulancia fletado
por EEUU que le había recogido el lunes en su domicilio
en Cleveland, Ohio.
En las dependencias sanitarias de la cárcel de Stadelheim, un funcionario le
leyó la orden de detención en su lengua materna, el ucraniano.
El documento, con fecha del 10 de marzo, expone en 21 páginas
las "graves sospechas" de que Demjanjuk ayudó a terceros a matar a 29.000 judíos en el campo de exterminio
de Sobibór, en 1943.
Las autoridades de EEUU intentaban desde hace meses expulsar del país a Demjanjuk.
Su familia y sus abogados se opusieron hasta el último momento
a la extradición, con el argumento de que no tenía fuerzas
para afrontar un proceso. Eso lo decidirán ahora los médicos
alemanes en un informe que se presentará en las próximas
semanas.
Demjanjuk padece dolencias medulares y renales, así como reúma, según su familia.
Un equipo médico le acompañó durante el vuelo y su traslado
a la cárcel.
El aterrizaje de Demjanjuk en Múnich
puso fin a una agria batalla de imágenes. Cuando las autoridades
de Inmigración de EEUU lo fueron a buscar a su casa hace
un mes, las cámaras filmaron a un anciano en silla de ruedas
que suspiraba cansadamente. Un tribunal paró la operación
cuando el avión ya estaba en la pista del aeropuerto privado
de Burke, cerca de Cleveland.
Pero después, las autoridades judiciales filmaron en la calle y a través de una
ventana de su casa a un Demjanjuk mucho más ágil. El cazanazis
Efraim Zuroff, director del Centro Simon Wiesenthal, que
tiene a Demjanjuk en el número uno de su lista de nazis más
buscados, califica ese comportamiento de "wiesenthalitis", y lo considera muy común entre nazis perseguidos por la Justicia.
A pesar de que Iván es su nombre original, Demjanjuk no es el Iván el Terrible
del campo de Treblinka que habían creído identificar supervivientes
del Holocausto. Un tribunal israelí condenó a muerte a Demjanjuk
en 1988, pero el Tribunal Supremo de Israel le puso en libertad
en 1993, ya que documentos de los archivos soviéticos recién
abiertos demostraron que el verdadero Iván el Terrible había
muerto. El problema, según Zuroff y la mayoría de observadores,
es que el proceso de Jerusalén se concentró casi exclusivamente
en demostrar que Demjanjuk era Iván el Terrible.
El comienzo del proceso de Múnich
podría retrasarse semanas o meses, según el abogado alemán
de Demjanjuk, Günther Maull. El letrado dijo tener la impresión
de que su cliente entendió las acusaciones cuando escuchó
la lectura de la orden de detención, en silla de ruedas y
con mascarilla de oxígeno.
El anciano, quien niega haber pisado
el campo de Sobibór, podrá pronunciarse sobre las acusaciones
en los próximos días. Este martes no lo hizo, por consejo
de su abogado. En declaraciones al diario Bild, Maull señaló
que la cuestión de si Demjanjuk está en condiciones de ser
procesado no es de naturaleza jurídica, sino "política" o "filosófica".
publico.es
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