La Fiscalía de Múnich ha confirmado este lunes va a recurrir la decisión de un tribunal que liberó al guardia del campo de concentración nazi de Sobibor John Demjanjuk, de 91 años, condenado el pasado jueves a cinco años por ayudar a matar a 27.900 judíos durante el Holocausto y que, seguidamente, fue puesto en libertad por su avanzada edad.

La Fiscalía de Múnich ha confirmado este lunes va a recurrir la decisión de un tribunal que liberó al guardia del campo de concentración nazi de Sobibor John Demjanjuk, de 91 años, condenado el pasado jueves a cinco años por ayudar a matar a 27.900 judíos durante el Holocausto y que, seguidamente, fue puesto en libertad por su avanzada edad.

La oficina del Fiscal de Múnich ha afirmado que ha recurrido la sentencia a cinco años de prisión, así como la inmediata liberación Demjanjuk. Los fiscales reclamaron en primera instancia una condena a seis años de prisión.

El abogado del ex guardia, Guenther Maull, ha sostenido que su cliente fue trasladado a una residencia pública de ancianos en Múnich, aunque no está confirmado.

Demjanjuk, que nació en Ucrania, ha estado encarcelado en una prisión alemana desde que fuera extraditado por Estados Unidos hace dos años. Sus abogados han estado persiguiendo su liberación por motivos de salud, además de por su avanzada edad. En muchas ocasiones, el ex guardia acudió a los juicios en silla de ruedas o tumbado sobre una camilla.

En la actualidad, Demjanjuk es un apátrida, después de que fuera cancelada su ciudadanía estadounidense

Los fiscales convencieron al tribunal de Múnich que Demjanjuk fue guarda del campo de Sobibor basándose en documentos de guerra, pero con la ausencia de testimonios de supervivientes que pudieran dar fe de ello.

Los fiscales alegaron que Demjanjuk fue entrenado por los nazis para ser guardia del campo de exterminio de Sobibor entre los meses de marzo y septiembre de 1943, durante los cuales al menos 28.000 personas fallecieron, la mayoría de ellos judíos. Algunas estimaciones cifran los muertos en dicho campo en cerca de 250.000.

ESCASOS CASOS SIMILARES

Por otra parte, el jefe de las investigaciones sobre los crímenes nazis en Alemania, Kurt Schrimm, ha recibido luz verde para indagar sobre dos casos similares a los de Demjanjuk.

"Actualmente, hay dos investigaciones que son bastante similares al caso de Demjanjuk", ha subrayado Schrimm en su oficina en Ludwigsburg, en el suroeste de Alemania, pero no ha querido desvelar cuáles. Su equipo está investigando un total de 28 crímenes de guerra que podrían ser trasladados a la Fiscalía.

Efraim Zuroff, el director del Centro Simon Wiesenthal, una institución cuyo fin es la localización y captura de ex dirigentes nazis, ha señalado que "si la condena de Demjanjuk es un precedente, entonces esto es un hecho maravilloso", aunque, ha matizado, "todavía tenemos que ver si otras personas serán perseguidas judicialmente de la misma forma que lo fue Demjanjuk".

El fiscal jefe sobre los crímenes nazis en Dortmund, Andreas Brendel, ha apostillado que existen más pruebas de las fechorías cometidas por los soldados alemanes en el campo de batalla que en los campos de concentración y de exterminio.

Por el momento, su oficina, una de las tres centrales alemanas de investigación de los crímenes nazis, tiene en marcha 18 procesos. La mayoría de ellos abordan actos criminales cometidos por el Ejército, pero no de los servicios especiales nazis, SS, si bien, ha dicho Brendel, "esto puede que cambie un día de éstos".

No obstante, ha continuado, estas investigaciones serán cada vez más arduas, ya que "con el tiempo, los sospechosos envejecen, enferman o mueren".

Alemania no tiene límite de edad para aquellos individuos acusados de homicidio o de colaborar con el asesinato de personas, aunque los criminales nazis, a día de hoy, tienen alrededor de 85 años, ha añadido Brendel.

En noviembre del año pasado, uno de los nazis más buscados del mundo, Samuel Kunz, murió a los 89 años de edad antes de que compareciera ante un tribunal bajo los cargos de colaborar en el asesinato de 430.000 judíos durante el Holocausto.

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