M.
E. ALONSO | MADRID Hay
personas que dedicaron toda su vida a una causa, pero pocas
con tanta determinación como Simon Wiesenthal quien, con
37 años y poco después de ser liberado de Mauthausen, el
campo de concentración en Austria, en mayo de 1945 y pesando
cuarenta kilos, abrió su primer archivo en contra de criminales
de guerra nazis.
Durante su permanencia en los campos de la muerte durante
algo más de cuatro años, Wiesenthal consiguió tomar nota
de los nombres de cada uno de los que participaban en el
genocidio y una vez liberado por las tropas de Estados Unidos
formó el Centro de Documentación Judía con el propósito de
encontrarlos y recabar pruebas contra ellos. Años más tarde,
fundó el Centro Simon Wiesenthal, que en la actualidad tiene
más de 400.000 miembros y sedes en Toronto, Buenos Aires,
Jerusalén y París y que continúa con su labor.
"
A los asesinos de masas que he perseguido, los he encontrado
y los he sobrevivido a todos". "Si
hubiese algún criminal todavía no descubierto, éste sería
demasiado viejo para llevarle a los tribunales", dijo en 2003, con lo que dio la labor de su vida por terminada. Tras 58 años
de trabajo, sus investigaciones habían conducido a la detención
de más de 1.100 personas, el más conocido de los cuales,
Adolf Eichmann, fue responsable directo de la solución final
y, por tanto, de la muerte de más de 4.500.000 de judíos
en los campos de exterminio.
Ante la Justicia
Pero un nuevo precedente legal en Alemania que podría permitir
llevar a decenas de sospechosos ante la Justicia ha reabierto
la 'cacería' del nazi. Efraim Zuroff, el principal cazanazis
del Centro Wiesenthal, anunció el miércoles ante la prensa
en Berlín el lanzamiento de la 'Operación Ultima Oportunidad
II', que ofrece hasta 25.000 euros como recompensa para las
informaciones que conduzcan a la investigación y juicio de
criminales de guerra.
La campaña tiene lugar después que los fiscales alemanes
dijeron en octubre que la condena de John Demjanjuk sentó
un precedente que les permitió reabrir cientos de investigaciones.
Demjanjuk, de 91 años, fue condenado en mayo por complicidad
en miles de asesinatos cuando un tribunal de Munich halló
que se desempeñó como guardia de un campo de concentración.
Es la primera vez que un sospechoso es declarado culpable
sin evidencia de un delito específico. El tribunal falló
que cualquier guardia en un campamento nazi cuyo único objetivo
era matar prisioneros podía ser condenado por complicidad
en asesinatos.
De acuerdo con las informaciones que maneja el Centro Wiesenthal,
entre abril de 2010 y marzo de 2011 se han abierto en todo
el mundo 584 sumarios contra presuntos criminales de guerra
nazis, a los que se añadirían otros 1.300 casos aún por investigar. "Incluso
si sólo una mínima parte de ellos acaban condenados sería
ya un gran éxito", concluyó Zuroff.
diariovasco.com
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