Día 23/07/2013 - 17.46h abc.es
Una campaña relanza en Alemania la caza de los últimos nazis

«No tenemos mucho tiempo. Dos o tres años como máximo», señala el Centro Simon Wiesenthal

«Tarde, pero no demasiado tarde». 68 años después del final de la Segunda Guerra Mundial, se reactiva la caza de los últimos criminales de guerra nazis en Alemania con una campaña de carteles.

Los carteles, que comienzan a colocarse este martes, muestran una fotografía en blanco y negro de la entrada al campo de exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau bajo el titular «Operación Última Oportunidad».

La campaña, prevista en las principales ciudades del país, ha sido lanzada por el Centro Simon Wiesenthal, la organización no gubernamental que cada año compila una lista de los ex torturadores del Tercer Reich más buscados.

«Millones de personas inocentes fueron asesinadas por criminales nazis. ¡Algunos autores están libres y vivos! Ayúdanos a llevarlos ante la justicia», se puede leer. Le sigue un número de teléfono.

Se recompensa con hasta 25.000 euros la información relevante.

«No tenemos mucho tiempo. Dos o tres años como máximo», señala a France Press el historiador Efraim Zuroff, director del Centro Simon Wiesenthal en Israel y uno de los «cazadores de nazis», el más famoso en el mundo.

La operación tiene como objetivo descubrir nuevos casos aún desconocidos para las autoridades, según el Centro. «Esperamos obtener pistas acerca de las personas que trabajaban en los campos de exterminio o servían en el 'Einsatzgruppen'», dice Zuroff desde Israel.

Según él, unas 60 personas podrían ser procesadas, ya que los crímenes nazis no prescriben en Alemania. «Había cerca de 6.000 personas que trabajaban en los campos y los Einsatzgruppen», explica el historiador. «Se estima que el 2% de ellos todavía están vivos, unas 120 personas, y la mitad no podrían ser encarceladas por razones médicas, así llegamos al número de 60 restante».

Dos casos, en Hungría y Alemania, han demostrado recientemente que la búsqueda de la justicia no conoce tregua. A mediados de junio, la Fiscalía acusó en Budapest a Laszlo Csatari, de 98 años, por su presunta participación en la deportación de 12.000 judíos a los campos de exterminio. El anciano, que niega los cargos, fue arrestado hace un año después de que los tribunales húngaros fueran alertados por Efraim Zuroff. Se espera que su juicio comience a mediados de septiembre.

En Alemania fue detenido a principios de mayo Lipschis Hans, de 93 años, sospechoso de complicidad en los asesinatos en Auschwitz, donde fue encargado. El nonagenario dijo que había sido cocinero.

Su detención ha despertado un debate en Alemania sobre el sentido de la justicia tan tardía. Algunos muestran su malestar al ver la persecución continua de ancianos postrados en cama. El ex guardia de un campo de Sobibor John Demjanjuk fue condenado en 2011 a 5 años de prisión y murió un año más tarde. Aparecía en una silla de ruedas o en camilla, algo organizado según algunos.

Su veredicto creó una jurisprudencia con la que cuenta el Centro Wiesenthal: como guardia en Sobibor fue juzgado como responsables de los asesinatos que allí se perpetraron, a pesar de la falta de pruebas y testigos.

Un «principio soviético y antidemocrático», que deja un «amargo» sabor de boca en otro famoso cazador de nazis, el abogado francés Serge Klarsfeld. «La justicia alemana es tan dócil como en los años 50/60», analiza para AFP. «En el momento en que podríamos haber juzgado a los criminales, Alemania no hizo su trabajo. Hoy quiere juzgarlos, pero ya no quedan».

Klarsfeld subraya que los nazi que siguen en libertad eran muy jóvenes durante la guerra, y por lo tanto cumplían funciones subordinadas sobre las que no queda rastro.

Pero para Efraim Zuroff, «el tiempo no disminuye la culpa de los asesinos».

«En los 33 años de caza de nazis, nunca he visto a un nazi que lo lamentara», agregó. «Estas personas que ahora se ven como ancianos frágiles, en el pico de su fuerza física desplegaron toda su energía para matar a hombres y mujeres inocentes», dijo.

Desde el juicio de los principales líderes del Tercer Reich en Nuremberg (1945-1946), 106.000 soldados alemanes han sido acusados de crímenes de guerra nazis. Unas 13.000 personas fueron juzgadas y la mitad de ellos condenadas, según la agencia alemana responsable de la aclaración de los crímenes nazis, con sede en Ludwigsburg (suroeste).

Unos 6 millones de judíos fueron exterminados por los nazis.

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