26.11.2013 tiempo.infonews.com
Lograron identificar en Alemania a otros cuatro criminales nazis

Entre los nazis localizados por CSW figura una mujer que fue carcelera en Auschwitz. No se dieron a conocer las identidades pero se supo que todos tienen entre 85 y 90 años. Nunca habían sido imputados por esos delitos.

Munich. Ansa y Efe

 El Centro Simon Wiesenthal (CSW) reveló ayer en Munich que logró comprobar que aún viven y permanecen impunes cuatro criminales nazis, a los que identificó, y que residen en distintas regiones de la antigua República Federal de Alemania (la Alemania occidental). Efraim Zuroff, director del Área Israelí de la organización dedicada a la búsqueda de los criminales, explicó que entre los asesinos localizados por el CSW gracias a su campaña "La última chance", se encuentra una mujer que trabajó como carcelera en el campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, en el territorio polaco ocupado, en el que murieron millones de judíos y gitanos.

El caso de esta celadora y un segundo identificado están ya en manos de los responsables de la Oficina Central Investigadora de los Crímenes del Nacionalsocialismo de Ludwigsburg (sur de Alemania), mientras que los dos restantes fueron trasladados a las fiscalías de Berlín y Renania del Norte-Westfalia (oeste). Estos dos últimos casos corresponden a un hombre destinado al campo de exterminio de Dachau (Alemania) y otro que participó en la Masacre de Oradour (Francia), en la cual el 10 de junio de 1944 el regimiento de tanques El Führer arrasó este pequeño poblado del sur galo, matando a 642 personas (ver aparte).

Por razones de seguridad, y para evitar la posible fuga de los acusados, Zuroff no dio a conocer ni los nombres, ni las edades exactas ni ninguna otra referencia que pudiera servir para identificar a los criminales. Todo lo que dijo es que se trata de personas que tienen entre 85 y 90 años. Los indicios sobre los cuatro fueron obtenidos tras la puesta en marcha de la iniciativa “La última chance – Tarde, pero no demasiado” del CSW, lanzada en julio pasado en el intento final de localizar y llevar ante los tribunales a los escasos criminales nazis que, a casi siete décadas de la caída del régimen de Adolf Hitler, aún pudieran estar vivos.

Para ello, en una primera etapa, el Centro desplegó carteles en calles y vidrieras de comercios de Berlín, Hamburgo y Colonia,  pidiendo la colaboración de los ciudadanos alemanes. Además, ofreció 25 mil euros de recompensa a quien facilitase información comprobable. Hasta ayer, el CSW había recibido 285 pistas que involucran a un total de 110 sospechosos en 17 países de  todo el mundo, aunque la mayoría, más de 80, se encuentran en Alemania. Sin embargo, según explicó Zuroff, algunos de estos ya fallecieron, mientras que otras investigaciones aún no se han cerrado definitivamente. Tras el éxito de la iniciativa, esta se ampliará ahora a Leipzig, Munich, Magdeburgo, Rostock, Stuttgart, Dresde, Núremberg y Francfort.

Mientras en estos casos se logró sensibilizar a la sociedad  hasta comprometerla en la búsqueda de la verdad y la obtención de justicia, en otros países de la vieja Europa que en su momento fueron escenario de la Segunda Guerra Mundial y de las matanzas, el nazismo parece resurgir. El crecimiento electoral de la ultraderecha tuvo su última manifestación el domingo, cuando el declarado nazi eslovaco Marian Kotleba ganó las elecciones de la región de Banska Bystrica con el 55,5% de los votos. «

masacre 
en el sur 
de francia
 

En la madrugada del 10 de junio de 1944, mientras en el noroeste francés se desarrollaba la Batalla de Normandía, uno de los episodios determinantes de los finales del nazismo, efectivos de la 3ª Compañía del 1er Batallón del Regimiento del Führer, de la División SS del Reich entraban a pura metralla en la comuna francesa de Oradour-sur-Glane, ubicada en el departamento de Alto Vienne de la región de Lemosín. Era por entonces poco más de una villa en la que asesinó sin el menor rasgo de piedad a 642 personas –entre ellas 207 niños, 245 mujeres y 190 hombres–, incendió sus dos iglesias y arrasó con casi la totalidad de sus construcciones. 

Nada quedó escrito sobre las motivaciones de los nazis para desarrollar esa otra jornada de barbarie en la Francia ocupada, lo que alimentó diversas teorías. La más creíble es el homicidio de un Capitán SS, con una granada. Lo incontrastable es que Oradour, un blanco irrelevante desde el punto de vista militar, fue escenario en el flanco occidental de las prácticas de exterminio y violencia aplicadas por el nazismo para sumir en el terror a las poblaciones civiles y lograr, así, que los partisanos de la Resistencia no pudieran enriquecer sus filas. 

Con el fin de las hostilidades, las ruinas de la ciudad –como las de Lídice, en la actual República Checa, o Marzabotto, en Italia– fueron mantenidas a modo de símbolo de los sufrimientos provocados por las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial

tiempo.infonews.com