Un documental que se emitió en Nueva Zelanda el viernes
pasado ofreció un primer vistazo a una investigación
que dio seguimiento a los criminales de guerra nazis
que huyeron a Nueva Zelanda después de la Segunda Guerra
Mundial y evadieron el enjuiciamiento. El jefe del
Centro Simon Wiesenthal, el Dr. Efraim Zuroff (foto),
dijo que él se involucró con la película después de
que el director, John Keir, un neozelandés no judío
tomó contacto con él hace unos años.
Uno de los nazis entrevistados en la película es Jonas
Pukas, un lituano que reside en Auckland desde 1950.
Durante su interrogatorio por la policía de Nueva Zelanda
en 1992, cuando tenía 78 años, recordó la matanza de
los judíos.
“Gritaban como los gansos, se entiende. Ellos hacían
ruidos de pájaros, gritos o chillidos”, dijo con una
sonrisa en su rostro. “Después de haber sido disparados
volaban por los aires.”
Pukas fue miembro de la tristemente célebre Batallón
12 de Policía de Lituania, conocida matar a miles de
judíos durante el Holocausto. A pesar de su testimonio
horripilante, Pukas niega haber participado en la ejecución
de los judíos. “Yo sólo los oía morir “, afirmó. Pukas
murió en 1994, a los 80 años.
La investigación a Pukas se llevó a cabo por el detective
Wayne Stringer, de la policía de Nueva Zelanda. Stringer,
observó una lista de 47 posibles sospechosos que pudieran
haber cometido crímenes de guerra y emigraron a Nueva
Zelanda después de la guerra. La lista fue dada al gobierno
de Nueva Zelanda por el Centro Simon Wiesenthal.
A diferencia de Australia, Canadá, el Reino Unido y los
EE.UU., Nueva Zelanda no ha creado leyes para hacer frente
a los criminales de guerra que huyeron de allí después
de la caída del bloque comunista.
Zuroff añadió que John Keir, un productor no judío, comenzó
a investigar el tema hace unos años. “El me filmó alrededor
de un año y medio atrás”, dijo Zuroff. “Pero el asunto
es historia ya que todos los sospechosos han muerto o
no se encuentran en Nueva Zelanda. De momento no hay
sospechosos que vivan en Nueva Zelanda, pero la postura
del gobierno sobre el tema era indignante. Es por eso
que la película sigue siendo importante hoy en día”,
sentenció el presidente del Centro Wiesenthal.
aurora-israel.co.il
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